Guadix es un municipio español de la provincia de Granada, Andalucía, situada en la falda norte de Sierra Nevada. Es la capital histórica de la comarca homónima (conocida también como Accitania).
Es uno de los asentamientos humanos más antiguos de la Península. En época romana se denominaba Julia Gemella Acci y de ahí su gentilicio, accitanos. El nombre actual de la ciudad se remonta a la dominación musulmana, cuando la ciudad se llamaba Wadi Ash (río Ash, arabización del nombre Acci), pronunciado wad ish en el árabe coloquial granadino. En época del Reino Nazarí de Granada Wadi Ash era una de sus 33 madinas o ciudades amuralladas que contaba con alcazaba. Durante este periodo su demarcación jurisdiccional era casi idéntica a la de la actual Accitania.
Cabe mencionar los numerosos monumentos que conforman su fisonomía arquitectónica, entre los que destacan la alcazaba árabe que domina la localidad, así como la catedral, en la que se superponen diversos estilos, desde el gótico hasta el neoclásico que es una de las tres catedrales españolas con planta renacentista (junto a las de Granada y Málaga).
Igualmente, en esta ciudad, existe un barrio formado por cuevas trogloditas, horadadas en las montañas arcillosas sobre las que se asienta. Muchas de ellas están habitadas desde tiempo inmemoriales y, actualmente, muchas se están rehabilitando e incluso se están convirtiendo en alojamientos para turistas como "apartacuevas".
Las Cuevas de Guadix son una creación posterior a la época árabe-musulmana; sus orígenes hay que buscarlos inmediatamente después de la toma de Granada, en 1492, por los Reyes Católicos. Las excavaciones en los cerros eran practicadas por maestros alarifes, y la técnica consistía en el "picado" del cerro para que éste no se derrumbara.
Estamos en uno de los asentamientos humanos más antiguos de España. La Prehistoria, tanto en la edad de piedra como en la de los metales, nos ofrece abundantes testimonios de una demografía no escasa y una capacidad de transformación de la realidad muy adecuada a las características que entonces poseía la zona; similares a las actuales, excepto en lo que se refiere al bosque y a la caza, entonces mucho más abundantes.
Al ser un enclave importante de la ruta de comunicación natural entre las zonas levantina y bética, su entrada en la historia viene determinada por su condición de cruce de caminos y, por tanto, de civilizaciones, cultura, religiones, comercio…, y todo el largo etcétera de la actividad humana más completa.
Los romanos establecen un nudo de comunicaciones entre las calzadas que enriquecen la llamada Via Augusta y será Julio Cesar quien en el 45 a. de C la eleve al rango de colonia llamándole Julia Gemela Acci, para asentar a los legionarios eméritos de la Legio SecundaPrima Vernacula a fin de que este contingente militar, exclusivamente masculino, tomara esposas entre la población indígena y se constituyera en una Colonia romana propiamente dicha. Con el tiempo, la colonia llegó a tener ceca propia acuñando monedas de diversos valores que hoy encontramos distribuidas por todo el antiguo imperio y gran parte de sus fronteras mediterráneas de entonces, y que actualmente enriquecen las vitrinas numismáticas de los museos arqueológicos más importantes: Roma, Jerusalén, Mérida, Arles, Carbona… y