El río de Os Vaos se precipita formando espectaculares cascadas
Entre sotos y cañones se va ascendiendo desde la aldea de Lumeares hacia A Teixeira. Y un kilómetro y medio antes de llegar a este pueblo de altura hay un río cantarín que deja escuchar su música en forma de rápidos y cascadas.
Son las Fervenzas do Cachón, visitables en cualquier época del año, tanto en otoño cuando el paisaje se viste de ocre como ahora en verano, cuando ofrece frescura y tranquilidad. Aquí es imposible no mojarse porque sus aguas configuran cascadas y pozas que invitan permanentemente al baño.
Es este un lugar de agua, fronda y roca que se puede apreciar en corto o más largo recorrido. El camino del primero arranca justo en el lugar donde la carretera que conduce a A Teixeira cruza el río de Os Vaos. El cartel indicador hacia las fervenzas puede verse junto al puente, a la izquierda de la carretera.
El trayecto atraviesa un bosque de robles y castaños –también de vegetación de ribera– centenarios que se asoman a las piscinas naturales de aguas cristalinas.
Desde las alturas
A un kilómetro y medio se encuentra A Teixeira, que recibe su nombre de los bosques de tejo autóctono, árbol que abunda en buena parte de A Ribeira Sacra. A Teixeira es un excelente mirador de esta ribera sagrada que configura el Sil. Entre el patrimonio construido se encuentra la iglesia de Abeleda que data del año 1671, además de varias casas solariegas. Situado en la localidad de Xirás se ubica un interesante conjunto de hornos tradicionales de uso comunal.