martes, 3 de julio de 2012

España-Murallas de Avila


Ay ..que murallas tan altas - Avila, Avila
Las Murallas son el símbolo universal y monumento más destacado que acoge la ciudad de Ávila. Su importancia se deriva por ser el recinto amurallado medieval mejor conservado de España y probablemente de toda Europa.
No es de extrañar que ya desde el 24 de marzo de 1884 fuera declarado monumento histórico-artistico, y más tarde el 8 de agosto de 1991 lo fue su entorno.
Aunque el origen de las murallas es romano, se considera obra fundamentalmente románica, aunque no es poca la controversia sobre su datación y tiempo de edificación.
La versión tradicionalmente conocida señala que las obras comenzaron el 3 de mayo de 1090 tras la bendición del obispo Pelayo. Los autores serían, según la leyenda de Ávila, los "maestros de jometría" Casandro Colonio y Florín de Pituenga (También el navarro Álvar García). El primero sería romano y el segundo francés. Bajo sus órdenes intervendrían 2000 hombres que tardarían en concluirla 9 años.
 
Estudios más recientes defienden una datación más tardía (mitad del siglo XII) para la construcción románica de las murallas. Evolución del proceso constructivo Ávila vio comenzar las obras de su recinto amurallado probablemente por el costado oriental, lugar de más difícil defensa por su carácter llano. Aquí se aprovecharían restos de la muralla romana y materiales de la necrópolis romana situada junto a la Plaza de San Vicente. Son perfectamente visibles los grandes sillares graníticos romanos en la base del lienzo. Continuaría por el norte, a base de mampostería alisada y ripio. 
 
En estos dos lienzos, los más importante defensivamente por la orografía del terreno de fácil acceso al enemigo es donde la anchura de los muros es mayor, llegando a ser de tres metros y con altura de 12 metros, los cubos están separados veinte metros y con un espesor de 6 metros y sobresalen ocho metros. Los flancos oeste y sur serían los últimos en levantarse y aunque guardan una coherencia con el resto se percibe menor altura y espesor en los muros, así como un mayor distanciamiento entre los cubos, probablemente porque la orografía ofrecía mejor defensa.
Además de la reforma de puertas la apertura de otras nuevas, durante los siglos XV, XVI y XVII, la muralla ha gozado de numerosas obras de restauración y consolidación a lo largo de los siglos XIX y XX, una de las más importante y recientes, en 1987 con su restauración y consolidación general.
El resultado es una soberbia construcción civil románica de estilo europeo realizada en los siglos en que los vaivenes reconquistadores hacían insegura la defensa de una ciudad en la extremadura castellana.
 http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/4/4d/Avila_murallas_romanicas_02_ni.JPG
Las cifras de la construcción hablan por sí solas de su grandeza. Tiene un perímetro casi rectangular de 2.526 metros. Tiene nueve puertas, cuatro postigos 88 cubos o torreones (30 en el costado norte, 12 en el oeste, 25 en el sur y 21 al este), 2.500 almenas, nueve puertas y tres postigos. La altura difiere un tanto de unos tramos a otros aunque guarda una gran homogeneidad, con una media de 12 metros.
La fábrica es de hiladas de grandes piedras de granito de gran regularidad, casi como sillares, que ofrecen un magnífico corte exterior liso. Entre ellas abundan otras más pequeñas embebidas en argamasa. Apenas aparece como material el ladrillo, por lo que, aunque interviniesen obreros mudéjares, la obra es de pura concepción y ejecución europea. El tono grisáceo del granito se dulcifica con algunos tonos dorados adquiridos con los fríos y los soles de muchos siglos.
Cada recodo del recinto está repleto de historias semilegendarias que le dan vida y personalidad.
Empezaremos el recorrido por la Puerta del Alcázar, directamente enfrentada a la Plaza más animada y concurrida de la ciudad, la del Mercado Grande, justo enfrente del templo de San Pedro. Conserva su ejecución románica.
 
Es pequeña y con arco semicircular estando enmarcada por dos enormes torreones de más de 20 metros de altura unidos en su parte superior por un puente de arco de medio punto, situado de esta guisa para sorprender desde lo alto y por la retaguardia a cualquier invasor que se aprestase a abordar la puerta. Esta puerta sufrió reconstrucciones parciales en el siglo XVI.
Caminando hacia el norte por la calle de San Segundo nos topamos con el gran ábside fortificado de semitambor románico de la catedral, el llamado "cimorro"”, que visto desde fuera parece más un baluarte militar que el albergue del altar catedralicio.
Más adelante una puerta renacentista, llamada Puerta del Peso de la Harina, Los Leales o de los Obispos, no es de época románica sino del siglo XVI.
Llegando a la Plaza de San Vicente, de nuevo y muy similar a la del Alcázar se abre la puerta románica de San Vicente.
Ya enfilando el lienzo norte de la muralla la primera puerta es la del Mariscal, con arco apuntado.
En un recodo se abre la siguiente puerta, la del Carmen ampliada y reformada en los siglos XIV y XVI.
Doblando hacia el sur el lienzo occidental de la muralla sólo se abre en la Puerta del Puente o de San Segundo, de época original de la construcción, aunque reformada en los siglos XV y XVII.
 
Ya en el lienzo meridional la primera que encontramos es puerta de la Malaventura, afamada porque se afirma que por ella salieron 70 caballeros abulenses que fueron más tarde ejecutados por Alfonso I de Aragón por sus luchas dinásticas con su hijastro, el que sería Alfonso VII el emperador.
Prosiguiendo está la Puerta de la Santa, así llamada por estar frente a la casa natal de Santa Teresa, del siglo XVI.
La última puerta es la del Rastro, original del siglo XII, aunque con adiciones del XVI, como el arco carpanel que la cobija.