lunes, 4 de noviembre de 2013

Valle de La Luna- (San Juan - Argentina)




El Valle de la Luna es uno de los monumentos naturales más importantes de Argentina. Ischigualasto -tal es el nombre en la lengua originaria del lugar- basa su valor e importancia en el agreste paisaje y su requiza paleontológica.
Su fama mundial radica en la gran cantidad de restos fósiles que yacen, condensados, desde el período triásico de la Era Secundaria que comenzara hace unos 248 millones de años y que se caracterizó por la expansión de los primeros dinosaurios y mamíferos.
Su paisaje, sobre todo nocturno, recuerda al paisaje lunar que hemos visto en las películas, y de allí toma su nombre. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad, ya que es el único lugar del planeta donde se encuentra una secuencia completa de sedimentos continentales del Periodo Triásico de la Era Mesozoica, esto es, de la era de los grandes reptiles, hace 70 millones de años.
 
El clima es casi desertico, con temperaturas de 35° de promedio en Verano y de 20° en Invierno. La amplitud térmica es muy marcada, y en la vegetación autóctona se destacan cardones de gran altura, variedades de algarrobos, jarillas, retamos, chaguar, chañares, breas, zampas, cortaderas, etc. 
La fauna también es muy variada y adaptada al tipo de clima predominante. Se destacan los guanacos, las maras o liebres patagónicas, el zorro gris, pumas, vizcachas, mulitas, ratones cola de pincel, cóndores, aguiluchos, caranchos, jotes, ñandúes, martinetas y chuñas. Las víboras que habitan la zona son: yarará chica, cascabel, víbora de coral, como así también inofensivas culebras.
El turista puede realizar un recorrido interno utilizando su propio vehículo y con la compañía permanente de un guía especializado. El recorrido es de aproximadamente 40 kilómetros e incluye la visita a los puntos más atractivos dentro del Parque.
La visita interna cuenta con varias paradas y en algunas de ellas se hacen caminatas cortas en compañía del guía que les permite insertarse en el paisaje lunar de Ischigualasto. El tiempo total de la visita dentro del circuito es de aproximadamente tres horas y media, 
y es una de las experiencias más fuertes con la naturaleza, viajando milones de años atrás.

y es una de las experiencias más fuertes con la naturaleza, viajando milones de años atrás.













Dentro del Parque Ischigualasto puede encontrar formaciones como el Gusano, donde las areniscas pardas y los negros niveles de carbón muestran los distintos sedimentos. También encontramos la  Formación Los Rastros, donde se puede ver niveles de sedimentos muy finos, grises y negros, que muestran la existencia de un lago.
A este lago llegaban ríos -de los que hoy solo se ven sus cauces secos-, y las hojitas negras fósiles que están en el seno de los niveles más oscuros nos cuentan que a orillas de este lago crecían muchas plantas primigenias.
Luego encontramos la Formación Ischigualasto, la cual alberga entre sus rocas la mayor riqueza fosilífera del Parque. Son en realidad lomadas redondeadas formadas por la erosión del agua en rocas arcillosas y arenosas de colores variados. Pero las que hoy son lomadas, no siempre lo fueron, ya que durante el Triásico Superior los grandes ríos que en ese entonces conquistaban el valle, depositaban los sedimentos varicolores y enterraban en su seno a los animales y plantas que vivían a su alrededor bajo unas condiciones climáticas similares a los monzones actuales. Todo ello ha quedado documentado en los fósiles que se pueden ver a simple vista.


La Cancha de Bochas parece justamente eso. Está conformada por una extensa planicie, en la que se destacan esferas de areniscas que la erosión va dejando al descubierto, asemejando bochas de piedra. Otras formaciones cercanas son el Mapa de San Juan y Los Vagones. Así llegamos a la forma más difundida del parque: el Submarino.
En el imponente Submarino nos encontramos en la mayor altura del recorrido y mediante una corta caminata se puede disfrutar de esta geoforma desde diferentes perspectivas, además de tener la oportunidad de una visión espectacular de toda La Hoyada. Desde aquí podrá observar, desde las castañas rocas de la Formación Los Rastros hasta las Barrancas Coloradas, intercalándose una interminable sucesión lomadas grises de la fosilífera Formación Ischigualasto.
En fin. Existen muchísimos otros atractivos en este desértico valle. Pero lo mejor de todo es ese viaje en el tiempo que podemos hacer caminando por media de las rocas de hace 70 millones de años.