jueves, 23 de mayo de 2013

Las Barrancas de Burujón



Avanza el caminante por una pista de tierra rodeada de olivos y tierras de labor.  Un camino como otro cualquiera de la monótona Castilla.   Aunque ha oido hablar de un sitio especial, piensa que la cosa no va a ser para tanto, que en estas áridas tierras es dificil encontrar algo que merezca la pena.

Casi de repente se encuentra con un paraje sobrecogedor, increible.  Sin ascender ningún puerto,  ni trepar penosamente por la falda de un cerro... enfrente del caminante se abre un extenso horizonte con un enorme lago en una depresión del terreno y a su derecha unos espectaculares barrancos arcillosos de cojor rojizo.

El conjunto forma un paisaje de una belleza extraña, curiosa, inesperada y como fuera de lugar.  Hay un mirador con una leve barandilla y asomarse al precipicio da una gran sensación de vértigo, quizá por lo grandioso y lo solitario del entorno.

Se trata del embalse de Castrejón, construido en los años 60.  Pero lo verdaderamente espectacular son los cortados arcillosos formados por la erosión del viento y las aguas del Tajo sobre sedimentos de hace 25 millones de años.

Hay quien compara el paisaje con el Gran Cañón del Colorado, con los desiertos de Siria o con las montañas que rodean al Mar Muerto.  Poco tiene que desmerecer este poco conocido Monumento Natural, que ha crecido en belleza con el embalse.

Gran cantidad de aves sobrevuelan la zona: Cigüeñas, ánades, patos, garzas, martinetes, cormoranes, 
halcones peregrinos, águilas imperiales, águilas perdiceras, aguiluchos laguneros o incluso el gran buitre negro.

Un sitio fantástico para los aficionados a la fotografía, especialmente al atardecer, cuando los barrancos adquieren un tono rojizo aún más acentuado.
El lugar está muy cerca de varios enclaves históricos y misteriosos:  El Castillo Templario de Montalbán, Santa María de Melque, el yacimiento visigodo de Guarrazar, etc.  Es un sitio maravilloso, cercano a Toledo y que cualquiera puede visitar sin mucho esfuerzo.