miércoles, 30 de enero de 2013

La Gran Mezquita - Catedral de Córdoba

Córdoba - España. Declarada Patrimonio Universal por la UNESCO en 1984.
 
La Mezquita Catedral de Córdoba es la tercera más grande del mundo, superada únicamente por la de Casablanca y la Meca.

Es uno de los monumentos más importantes de la arquitectura hispano-musulmana. Su importancia artística desde que comenzó su construcción ya era conocida en todo el Oriente y el Occidente.

Junto a la Alhambra de Granada, es el monumento más importante de la arquitectura andalusí. Incluye más de ocho siglos de arquitectura y arte español (S.VIII-XVI).

 
Fue construida sobre el siglo VIII (entre 786 y 988) sobre la basílica de San Vicente visigoda. Después se hicieron ampliaciones durante el Califato de Córdoba y después de la conquista cristiana en 1236 se convirtió en Catedral, por lo que se hicieron algunas modificaciones.

Algunas de esas modificaciones fueron muy polémicas, sobre todo cuando se transformó la antigua sala de oración a los criterios propios de la arquitectura del Renacimiento.
La Mezquita de Córdoba tiene 23.400 metros cuadrados y fue la más grande del mundo en superficie por detrás de la Mezquita de la Meca, aunque posteriormente fue alcanzada por la Mezquita de Hassan II en Casablanca en 1993.

Está considerado como el primero de los doce tesoros españoles.
Es toda una joya del arte hispano-musulmán y un ejemplo del patrimonio que el Califato Omeya dejó en la península Ibérica.

La construcción de la Gran Mezquita Aljama de Córdoba la comenzó Abd al-Rahman I en 786 y fue la expresión máxima del arte islámico en España. Es la mezquita más importante de Occidente.

En 988 Almanzor la amplió y expandió hacia el este.

Fue una muestra de poder político y económico y el principal lugar de oración de los gobernantes de Al-Andalus.
Se encuentra en un terreno consagrado al islám durante 5 de los últimos 15 siglos y al culto romano de Juno a principios del primer milenio.

Para construir esta mezquita, Abd al-Rahman I adquirió el terreno que pertenecía a la Basílica cristiana de San Vicente. Derrumbó el edificio aunque aprovechó muchos materiales como basas, capiteles fustes y columnas, seguramente también se aprovecharon las fundaciones de la antigua iglesia.

La gran sala encolumnada se abre a un patio al estilo Omeya. El arquitecto sirio seguramente encontró alguna inspiración en la mezquita de Aqsa por la orientación de las arcadas y la forma de los tejados, pero también se introdujeron muchas novedades arquitectónicas.
 
Sobre sus columnas se apoyaron una serie de dobles arcos, uno de herradura y otro de medio punto, de esta manera lograron subir la altura de los techos a 13 metros y así daban más luz al edificio.

Esta distribución del peso estructural fue una solución nueva. El arquitecto utilizó segmentos de mármol blanco intercalados con ladrillo rojo para darles el color. Se reutilizaron muchos materiales que se habían traído de edificios en ruinas, por lo que hay una gran variedad decorativa. Es por esto, que no hay ninguna columna hecha a medida para la mezquita en esta fase.
La primera expansión de la Mezquita de Córdoba la hizo Adb al-Rahman II en 833. La amplió 64 metros hacia el sur, las columnas no llevaban basa, aunque fueron decoradas con los primeros capiteles islámicos.

La segunda, fue en 964 por Al-Hakam II. En este caso se hizo la expansión más lujosa y rica. La ampliaron 47 metros más al sur y la dotaron con un lucernario, un mihrab decorado con mosaicos bizantinos, 3 cúpulas y una masura delimitada por arcos entrecruzados y lobulados.

En la tercera expansión casi se duplicó el edificio. Fue en el año 988. Lo ampliaron hacia el este y de esta manera, a sus proporciones originales. Con esta expansión, la mezquita llegó al tamaño que tiene hoy día: 178 metros de norte a sur, 125 metros de este a oeste y un total de 22.250 metros cuadrados que incluyen el "Patio de los Naranjos".


La catedral ha sido descrita en muchas ocasiones turísticas, llamándola "la mezquita más grande del mundo", aunque si se compara la Mezquita-Catedral con otras mezquitas históricas, se tendría que especificar en qué fecha y con qué medida se hicieron esas comparaciones, ya que la antigua mezquita se amplió 3 veces y la presente catedral ya no presume de ser una mezquita.

La Mezquita de Córdoba fue consagrada como catedral cuando el rey Fernando III de Castilla conquistó Córdoba en 1236. En aquel momento la consagraron como "catedral". En 1266, bajo los auspicios de Alfonso X de Castilla y León, se construyó una Capilla Mayor gótica ocupando parte de la expansión de Al-Hakam II y utilizando su lucernario. Hoy día es la "Capilla de Villaviciosa", como altar mayor.
En 1523, las autoridades eclesiásticas de la catedral ordenaron que se construyera una capilla mayor nueva y un crucero en el centro de la mezquita-catedral, ocupando parte de la expansión de Abd al-Rahman II. La decisión de esta construcción no fue muy polémica, ya que en aquellos momentos se destruían antiguas mezquitas en su totalidad para la construcción de catedrales nuevas, pero las propuestas de reforma de la mezquita-catedral de Córdoba se enfrentaron al Cabildo con los canónigos en una disputa que sólo se resolvió con la intervención del rey Carlos I. El rey decidió a favor de la iglesia, pero cuando visitó Córdoba no permitió que los canónigos se regocijaran en su triunfo y se molestó mucho por las reformas una vez que vio el edificio por primera vez. Es seguro que si hubiera ido antes, nunca habría permitido esas reformas.

No llegó a ver el proyecto terminado, ya que duró 84 años y 3 generaciones de arquitectos. Hernán Ruiz I, el Viejo, hizo la planta de cruz con brazos iguales y con la capilla mayor rectangular orientada de oeste a este.

Cuando falleció en 1547, su hijo Hernán Ruiz II, levantó otro brazo del crucero, con otro estilo más renacentista que el lado opuesto que había construido su padre y siguió edificando el segundo cuerpo del crucero. Al fallecer Hernán Ruiz II en 1583, se contrató años después, en 1599 a Juan de Ochoa, para construir la base de la cúpula de la capilla mayor, que finalizó en 1600.
La capilla mayor con su crucero se acabó en 1607.

Ciento cincuenta años más tarde, en 1757, se talló y construyó la sillería del coro barroco, obra maestra de Pedro Duque Cornejo, que murió después de entregar el último boceto, cuando tenía 80 años. La obra de Pedro Duque es el último ejemplo en España de un coro tallado en madera.

miércoles, 9 de enero de 2013

Santo Domingo, tesoro de piratas

Santo Domingo, tesoro de piratas
La primera de las tierras que pisó Colón al otro lado del océano. Ya en sus playas, quedó maravillado de las sierras y las vegas, las montañas y campiñas. Al pensar en esta isla, solo imaginamos esas mismas playas paradisiacas, olvidando el tesoro que oculta la ciudad colonial, y quizás mejor así. Fue la primera ciudad que se fundó en América. Sobre la orilla izquierda del río Ozama, se alzó la primera catedral, la Primada, la que una vez contuvo los restos del descubridor; la primera universidad que impartió clases, y el primer hospital donde sanaron enfermos. El pasado nos llega distorsionado por los padecimientos soportados: Los incendios del pirata Drake, los grandes terremotos y tremendos huracanes que asolaron la isla a lo largo del tiempo
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En apenas once manzanas, se concentra y resume la historia de los primeros años del descubrimiento. En su Alcázar vivieron algún tiempo casi todos los grandes conquistadores: Pizarro, Cortés, Balboa y Ponce de León.
Las damas, la primera calle empedrada de América, paseaban señoras de época, piedras antiquísimas, rincones ancestrales que esconden pasajes de la historia, calles de fachadas enlucidas de cal y soportales bajo los que resguardarse del sol. Casitas humildes, bajas, de un solo piso, adecentadas con colores pastel. Algunas calles angostas, de casas color teja y enrejados que dejan ver plantas y flores que embellecen y adornan la mirada; alguna bicicleta desvencijada, herrumbrosa, convertida en puesto callejero de fruta fresca; cables de teléfonos enraizados en las cornisas de los edificios cuelgan de un lado a otro de la calle, desordenando las vistas. En la calle Atarazana, la más antigua del continente, las piedras rezuman historia y saben a pasado.
El Parque de Colón, donde se alza la estatua del almirante, rodeado por la Catedral, el antiguo Congreso Nacional y el Palacio Consistorial. Aquí la gente descansa en viejos bancos de hierro pintados de color verde y ve pasar el tiempo, jugando al dómino unos y otros al ajedrez; la mayoría solo charla. El museo del tabaco muestra cómo se elaboran. Tierra de merengue y bachata, de ron y licor de Mamajuana: una mezcla de ron, vino, miel y hierbas.
El Conde, el mayor centro comercial abierto de la ciudad, sembrado de tiendas, la más concurrida y populosa. El mercado Modelo representa como ninguno otro punto de la ciudad, la idiosincrasia del dominicano: colorido y alegría con un punto de desorden y relajación.
Esta parte del mundo conserva tradiciones que nos chocan y sorprenden, pero sobre las que gentes de toda condición muestran una pasión enfervorecida cruzando apuestas entre voceríos y gestos, animando a uno u otro gallo a acabar con el otro. En el Coliseo Gallístico.
Casa de Gobierno, Santo Domingo
Para comer: Pat’e Palo, una taberna legendaria en la calle Atarazana, con una gran terraza donde comer bien, y un bar-lounge donde tomar un buen vino. Hace honor al pirata que tuerto y con pata de palo, abandonó el mar para disfrutar de los placeres que esta misma taberna le ofrecía. El Mesón de Bari, estupenda comida criolla. Deliciosas empanadillas de cangrejo y un dulce de leche imbatible. 
 
Dónde dormir: Coco Boutique Hotel, un pequeño hotel, sencillo pero con un grandísimo encanto. En un edificio colonial de fachada color pastel y una amplia azotea donde descansar y beber un ron añejo a la puesta de sol. No es un hotel de lujo, pero la calidez, simpatía y el cariño de sus propietarios y de todo su personal porque tu estancia sea mágica, invitan a quedarse aquí.