La
espectacular belleza de los lagos, cascadas y manantiales de que se
encuentran en el Parque nacional de Plitvice, corroboran los dichos
sobre la geografía de Croacia.
La
región fue declarada Parque Nacional en 1949, y catalogada en el
Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1979. La belleza del Parque
Nacional se encuentra en sus dieciséis lagos, interconectados por
cascadas y rodeado de bosques profundos que están poblados por ciervos,
osos, lobos y jabalíes entre otros animales salvajes.
Los
300 kilómetros cuadrados que conforman el Parque Nacional Plitvice se
recorren a pie a través de senderos y puentes de madera.
Los
lagos son famosos por sus colores distintivos. Estos colores cambian
constantemente dependiendo de la cantidad de minerales que posean, de
los organismos en el agua y del ángulo de la luz solar.
Los
lagos de Plitvice fueron una atracción turística importante en el siglo
19. El primer hotel se construyó en 1896, y ya en 1893 se conformo el
primer comité de conservación de lugar.
En 1949 el gobierno comunista de Yugoslavia nacionalizó los lagos y los convirtió en un Parque Nacional.
El
parque se convirtió rápidamente en una de las atracciones turísticas
más populares de la desaparecida Yugoslavia. Sin embargo, en marzo de
1991, se produjeron enfrentamientos armados (que llevaron a la
independencia de Croacia) dentro de sus límites deteriorando
notablemente algunas instalaciones.
En
la actualidad el sector turístico se ha recuperado y ha remodelado la
mayoría de sus hoteles y puentes. Es un lugar ideal para los amantes de
la naturaleza.