La ciudad española de Cordoba es
famosa por sus patios y desde los años treinta los celebra con un concurso y
visita turística que hacen que esta fama crezca en el exterior.
En el interior no cabe pensar en una casa que no tenga un patio; lo demás
son pisos o chalets.
La colección de patios es tan amplia que aún no se ha abordado una
catalogación, y comprende desde el patio de la Mezquita-Catedral
hasta patios minúsculos.
Los límites los marcan las designaciones de corral, patinete o patio de
luces, huerto, parque o jardín.
Tratando de establecer una tipología, existen patios de planta más o menos
cuadrada con arquerías en dos plantas y en los cuatro lados; con arquerías en
tres, dos y uno de sus lados.
Combinemos esta variedad con plantas altas con galerías de arquería,
murales con balcones, adinteladas con madera y barandillas, de balaustres o
petos tabicados, con galerías altas de cierres de madera o sin galerías altas.
En las galerías bajas los hay sin arquería, con galerías con puertas y
ventanas, con pilares en lugar de columnas,
con pies derechos de hierro, fundición, madera o sin soportes, estando
empotradas en los muros limítrofes las vigas
que cargan las galerías.
Hay patios que no tienen galerías y son simplemente limitados por muros en
dos o una planta. Los hay alargados, irregulares, encadenados y con cada cara
de una clase.
Por otro lado sus suelos son terrizos, empedrados, enlosados de hidráulica,
de ladrillo o de mármol. Los hay con arriates y sin ellos, con
fuente o pozo, o rara vez sin ninguna de las dos cosas; con árboles o con
macetas, y algunos sin plantas, que son rarísimos y que no debían ser
considerados.
Hay patios desde el siglo X al XX. La mayoría son particulares o privados; otros
colectivos, corrales o casas de vecinos; otros son patios de edificios
públicos, palaciegos o conventuales, compases, patios de recibo y hasta
plazoletas que parecen patios; hay recintos que siguen siendo patios aunque se
llamen cines de verano.
Si tuviésemos que aventurar lo que define el patio cordobés frente a otros
patios andaluces, marroquíes, castellanos, canarios, italianos, yugoslavos,
hispanoamericanos, portugueses, egipcios, hindúes, chinos o japoneses, sería
muy difícil, porque las diferencias con los primeros son pequeñas, y con los
siguientes las marcaría el estilo arquitectónico si lo hubiera, la flora tal
vez, pero nos podrían confundir algunos ejemplos.