jueves, 16 de febrero de 2012

Machu Picchu-Perú

Machu Picchu es uno de los sitios más fascinantes del planeta y una de las Siete Maravillas del Mundo. Huella del pasado glorioso que vivieron los Incas y del enorme y poderoso imperio que instalaron en América del Sur, Machu Picchu se sitúa entre los destinos preferidos de los viajeros.
Perú es uno de los países que reúnen algunas de las mejores maravillas naturales que existen en la Tierra: el lago navegable más alto del mundo, el Titicaca, algunas de las selvas mejor conservadas, y el cañón más profundo del mundo, el Cotahuas.
Pero sobre todo, hablar de Perú es hablar de Machu Picchu, de un mito que se hizo realidad en 1911 cuando Bingham lo descubrió (aunque esa no es la expresión correcta ¿no creéis?). Machu Picchu es hablar de cientos de leyendas, de una rica cultura, misteriosa y que nos ha dejado mucho aún para descifrar.
Machu Picchu es un tesoro oculto en lo más profundo de las entrañas de la Cordillera de los Andes, allá donde el río Urubamba da origen al Valle Sagrado de los Incas.  La leyenda se vuelve realidad allí arriba en la montaña, tocando el cielo, sus ruinas se erigen aún testigos mudos de una larga historia.
¿Asentamiento o lugar sagrado?
Los Incas construyeron este monumental sitio en el siglo XV, se cree que como mausoleo para Pachakuteq, el fundador del imperio Tawantinsuyu (Inca).
Esta ciudad mausoleo presenta grandes edificaciones de piedra que se reparten entre el barrio alto o Hanan y el bajo o Hurín. En el barrio alto nos encontramos el Templo del Sol, algunos palacios y sobre todo, el Intihuatana, un monumento que confunde a os arqueólogos, pues no se sabe bien si es un altar, un reloj solar o un observatorio astronómico.
En la parte baja se concentran las edificaciones más pobres, casas, talleres. La parte alta y la baja están conectadas por senderos angostos como escalinatas.Se cree que un muro rodeaba la parte más sagrada de la ciudad.
Imperdible…
Pero la parte más impresionante se encuentra en la zona norte del Santuario, en la parte alta de la ciudadela. Detrás de la roca sagrada, hay una escalinata que sube hasta el Wayna Picchu, la Montaña Joven. Merece la pena el esfuerzo de atravesar la colina conocida como Uña, y trepar por los difíciles escalones tallados en la misma montaña, para alzarse en la cima, y admirar desde allí el bellísimo paisaje que se extiende a nuestros pies. Allí, a una altura de 2.720 m. sobre la piedra labrada de la “Silla del Inca”, veremos extendidos a nuestros pies todo el santuario del Macchu Picchu como si se tratara de una estampa fotográfica; y mucho más abajo, todo el cauce del río sagrado del Urubamba y los valles y quebradas que forman la Cordillera de los Andes. Ahí entendemos el verdadero concepto de lo que es la belleza de este sublime monumento, sentados, sintiendo el frescor del aire puro en nuestra cara, sumergidos en un silencio sagrado.
Para llegar hasta Machu Picchu podemos tomar un tren que nos llevará desde Cuzco hasta el pueblo de Aguas Calientes. Una vez en Aguas Calientes debemos tomar uno de los autobuses que continuamente parten hacia el santuario. Tras unos 20 minutos de tortuoso camino, nos encontraremos a las puertas del Machu Picchu donde tendremos que pagar el precio de la entrada.
Pero para los más aventureros, existe un sendero conocido como el Camino del Inca. Parte de la extensa red de caminos que surcaban todo el imperio inca, es una opción mucho más interesante, aunque ya que hay cupos de gente, requiere reservación con tiempo.
Elijamos la opción que elijamos, nos veremos cautivados por la belleza, y por el misterio que rodean al sitio que emana un aire sagrado.